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Cuando estuvieron listas las ilustraciones, empezaron a aparecer las personas que ponen palabras al proyecto.
Son un total de diez personas entre las que se incluye Jose A. González
Cuando estuvieron listas las ilustraciones, empezaron a aparecer las personas que ponen palabras al proyecto.
Son un total de diez personas entre las que se incluye Jose A. González
Lorena Martín · Alejandra Galo · Juanma H. Pieski
Concetta Rizza · Javier Lópex · Any Balboa
Jose A. González · Ana Martín
Concetta Rizza · Javier Lópex · Any Balboa
Jose A. González · Ana Martín
Bárbara Miranda Alarcón · Tarha Erena Alora
HE SALIDO RANA
Pinto y escribo, y al revés. Y ya ves, a veces pinto lo que no está escrito y me canso, porque todo es bobo, fatal, risueño e impostado; y escribiendo, a veces, pues siento que no pinto nada. Pero ya ves, a veces sigo, y a veces también. Porque me digo que estoy ahora en ese momento que he estado siempre que me he dado cuenta, en ese momento de ahora en el que me salen las ganas; porque sé que el momento de ahora es paf y ya está. Una vez. Una sola vez que nunca se sabe cuándo empieza ni cuándo se acaba. Y lo dices con los colores que tengas, y levantas la bandera con las palabras que te salgan. Paf.
Y es verdad que ésto sólo se lo puedes decir a los niños: hay muchísimo amor por todas partes, y tengo que pararme a respirar de vez en cuando.
Después de dejar hecha mi raya en el agua, estoy peinando a la rana a la que picó el escorpión porque no podía evitar ser como era. Cruzó el río igual que el pájaro fue ansia antes de aprender a volar.
Con las ínfulas, los bufos y los rebufos, no he llegado a ninguna parte digna de ser dibujada en un mapa. Y entonces, escribir escribir para qué. Yo antes era de otra manera. A partir de nosécuando, a las cosas y a la gente que me vienen muy muy malos, he aprendido a decirles "y qué". A las cosas y a la gente que me vienen muy muy buenos, he aprendido a decirles "y tú a quién quieres engañar". Destrozos y mentiras sin querer. Expectativas que se desvanecen en el aire, diciendo todo el tiempo mírame, mírame. Cansa almas los llama Eva. Muy bueno.
Sólo me acaba doliendo un olor de mujer que me ataca a traición cuando estoy solo. No sé si lo recuerdo o lo presiento, pero sé que ya lo va a estropear todo. Pero no hay, en realidad, mayor problema. Me siento, me digo hay que ver, me digo bueno, y en fin.
Escribo porque hay muchísimo amor por todas partes, y no te me pongas cabezota. Todo está ardiendo y venga Faulkner boqueando, todo está espantoso y helado y Cèline que no acude, todo se desmorona Raymond, me lo prometiste Wislawa, todo se muere Lev, Mahmud, etcétera. Y yo me encuentro a veces sin labia, sin patria y sin linterna. Y pinto y escribo, y ese es mi momento. Porque lo digo yo y porque es lo único que tengo que perder.
Y entonces, paf, llego adonde yo creía que quería, adonde yo quería creer que llegaba, y vengo con un cuerpo como de traer la luz de Samarkanda para ponerla en el centro de mi pueblo, y la gente venga a decir dime algo bonito. Y todo está equivocado, mayormente, y he engañado sin querer a todo el mundo.
Y de repente, ya no es a veces: te amo. Me siento intranquilamente, me ahogo profundo acunado en tu olor de mujer, y grito entre dientes hogar puto hogar.
Jag.
22_8_18
mingo_jag@yahoo.es
